Patxi Pérez es un extraordinario fotógrafo y miembro de nuestro Equipo de SymArt desde hace tiempo, ejerciendo de Moderador en los Foros, Redactor del Magazine y Coordinador de los Talleres SymArt.

Nació en Bilbao un 24 de julio de 1972, pero su infancia transcurrió en un pueblo de la industrializada margen izquierda de la Ría. Cuando le preguntamos por esa primera etapa de su vida, Patxi nos manifiesta que tiene numerosos recuerdos que darían para escribir infinidad de páginas pero, como resumen, reconoce que fue una época bastante feliz. También fue por entonces cuando aprendió su primera lección de vida: “Si quería algo, me lo tenía que ganar”. Y esa fue la razón por la que, con la ley del mínimo esfuerzo y para no perder ciertos privilegios, consiguió aprobar la E.G.B.

Más tarde llegó la adolescencia, periodo marcado por la típica rebeldía de juventud, quizá incrementada por un carácter fuerte y una personalidad muy definida tempranamente. A pesar de la insistencia de sus padres, no quiso seguir estudiando y nos confiesa, con toda naturalidad, que le expulsaron de dos institutos antes de que empezara a trabajar. Y es que Patxi es así de espontáneo, campechano y honesto.

En medio de esos avatares, con dieciséis años, comenzó su vida laboral en el sector de la construcción como aprendiz de albañil; actividad profesional que continúa desarrollando, ahora desde la maestría que otorga el tiempo y el oficio.Patxi Pérez

Con diecinueve años su vida se cruzó con la de una mujer maravillosa, Mer, actualmente su esposa y madre de sus hijos Ekaitz y Haizea. Patxi tiene una preciosa forma de contar ese momento de su vida, y queremos respetar sus palabras: “Me sacó de mi margen izquierda y me llevó a vivir a Getxo, un bonito pueblo costero enclavado en la comarca del Gran Bilbao, pero al otro lado de la Ría. Entre los tres, han ido forjando al Patxi que conocéis ahora”.

Y en conexión con estas palabras de nuestro entrevistado, podemos afirmar que el Patxi que conocemos hoy día es un hombre sencillo, que se ha fraguado a sí mismo, un espíritu libre al que le gusta sentirse en constante comunión con la naturaleza, y un magnífico fotógrafo, autodidacta, cuyos trabajos revelan auténtica pasión por la fotografía. Paisaje y Fotografía Nocturna son las disciplinas que más trabaja, además de Macrofotografía en su vertiente micológica.